Tapa de la edición número dos:
Nota conmemorativa de las Malvinas
No los hemos de olvidar
“Aprendí que el vencedor no siempre es aquel que empuña el arma contra el
desarmado cuando éste lo supera en templanza y coraje. Comprendí también que la dignidad no puede ser acallada y que por el contrario, es una condición con la cual se debe vivir y que se manifiesta siempre en las acciones de los hombres de honor; a veces cantando; otras veces rugiendo.” Roque A.Cundari Combatiente por Malvinas
Gisela Ocampo.
Cuando todavía iba al secundario recuerdo que en un acto de homenaje a los soldados de Malvinas las autoridades de la escuela invitaron a dos ex combatientes puntanos. No recuerdo sus nombres pero si que ellos afirmaban que una de las cosas que los había mantenido vivos era el amor que le tenían al país. Contaron todo lo que habían sufrido, hambre, frío sobre todo, órdenes arbitrarias sin ningún tipo de sentido, y en ocasiones miedo, todos los horrores de una guerra. Sostuvieron que eran muy chicos en ese entonces y ahora entendían lo que en realidad había ocurrido, pero que en ese momento el amor a su patria había hecho que permanecieran fuertes y sobrevivieran.
En ese momento uno de mis profesores se levanto y comenzó a discutirles de que como iban a defender semejante atropello, contó como él había
sufrido en esos años y las torturas que recibió durante el gobierno de facto y sin que nadie lo imaginara rompió en lágrimas.
Estoy segura que mi profesor no interpreto bien lo que los hombres quisieron transmitir en realidad, por eso su indignación. Los dos señores se desesperaron por explicarle lo que quisieron decir, que ellos de ninguna manera apoyaban la guerra pero en su ingenuidad creyeron lo que pudieron y eso los salvo.
Así se armo un barullo en la escuela donde todos deseaban hacerse entender, opinaban a gritos tanto profesores como alumnos y la verdad no se entendía nada.
Yo sentada en el piso del salón de actos observaba a todos e intentaba entender porque había pasado aquello.
¿Como comenzó todo?
"En la madrugada del 2 de abril de 1982, tropas argentinas recuperaron por la fuerza sus derechos soberanos sobre las Islas Malvinas, Georgias, Sandwich e Islas del Atlántico Sur al tomar el control de Puerto Argentino (Puerto Stanley), capital del archipiélago. Así comenzó la guerra que finalizó 74 días después, el 14 de junio cuando las tropas argentinas finalmente se rindieron. La Guerra de Malvinas es una historia llena de errores políticos, e improvisación militar.
Hoy recordando lo que ocurrió aquel día reflexiono y pienso porque un grupo minoritario de personas llegaron a hacer tanto daño, tanto mi profesor como aquellos dos hombres habían sufrido muchísimo y
evidentemente las secuelas de ese dolor no habían desaparecido.
Este mes rendirles un homenaje sincero a los ex combatientes de Malvinas debería ser nuestro desafío para no olvidarnos de lo ocurrido y para valorar el admirable coraje de todos ellos.
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