“Una persona con 47 años de edad para este sistema laboral es viejo”
Nos contaba Horacio, un ciudadano de San Luis, casado con cuatro hijos y desocupado, que a pesar de esta situación, “le pone el pecho a las balas” (como se dice en criollo). Aferrado a la fe, a su familia y a la esperanza, Horacio se levanta todos los días a las cinco de la mañana, se encomienda a Dios, y comienza sus actividades.
Con una voz esperanzadora, Horacio alentó a todas las personas que pasan por esta misma situación a que:” No pierdan la fe, que no pierdan la esperanza, el único que puede cambiar esta situación es Dios”.
Micael Merlo
No hay comentarios:
Publicar un comentario