Informe sobre las dificultades al buscar trabajo: factor edad

Entrevista. sobre las elecciones proviciales 2011.Por María Victoria Luengo

lunes, 20 de junio de 2011

Para los chicos y los que dejamos de serlo, cuento: Viaje a las estrellas

Mi primer viaje al cielo fue en mi cumpleaños número nueve. Tengo recuerdos muy efímeros de lo que ocurrió la tarde que precedió a mi gran aventura, solo sé que sentí unas ganas incontrolables de escaparme de ese intento de festejo. Se me vienen a la mente una secuencia de imágenes un tanto desordenadas de lo ocurrido. En una de ellas me veo llorando y sobandome la cara después del caluroso abrazo de la tía Antonia, en otra estoy soplando las velitas mientras mi hermano me introduce un chizito en la oreja izquierda, después observo como mis vecinitas juegan a la veterinaria con mi gato Pedro, y me veo en una silla sentada como esperando que me inviten a formar parte del consultorio. La última imagen que puedo avizorar es una en la que estoy sentada en el techo de mi casa, con las rodillas tocando mi mentón mirando como asombrada el cielo. Lo que sucedió después son recuerdos que guardo de manera mucho más clara; casi enfrente mío se encontraba una estrella que al observarla bien me di cuenta que me estaba invitando a visitarla, sus ojos sostenían una mirada bastante segura y determinada y sin pensarlo mucho cerré mis ojos fuertes fuertes. Al abrirlos me encontraba de pié sobre ella. La estrella en cuestión era una de las siete hermanas denominadas "Las Pléyades".Yo no pude pronunciar ningún tipo de monosílabo a causa de mi asombro, a ella no le importo demasiado mi silencio e inmediatamente de manera muy entusiasta comenzó a contarme porqué se había convertido en un cuerpo celeste. "Un día paseaba con mi madre y mis hermanas por el bosque, muy tranquilas, hasta que salió a nuestro encuentro un malvado cazador llamado Orión, él se enamoro perdidamente tanto de mi madre Pleione como de mi y de mis hermanas. Desde ese momento vivimos una constante persecución por parte del cazador, quien intentaba de mil formas ganarse nuestro amor. Años después el dios Zeus se compadeció de nosotras y decidió intervenir, nos convirtió en palomas para que pudiéramos escaparnos de semejante tortura; así volamos hasta el cielo y nos convertimos en hermosas estrellas" La historia de la pléyade me conmovió mas de lo que pensé, dentro mió se despertó una gran curiosidad por conocer más testimonios e historias de vida de las estrellas. De esta manera cada vez que me visitaba el bichito del curioseo o necesitaba despegarme de la tierra un ratito, subía al techo y me transportaba a alguna estrella que estaba esperándome anhelante deseosa de contarme una maravillosa anécdota. Así conocí a una cantidad enorme de constelaciones, algunas muy nombradas popularmente como lo son La osa mayor y menor, el cinturón de Orión, la Cruz del sur; y otras menos conocidas como las constelaciones de Casiopea, Andrómeda, la de Pegaso y Peseo entre otras. Ya pasaron 16.452 lunas desde la última vez que viaje al espacio, la verdad es que no recuerdo exactamente porque deje de trasladarme a los astros. Creo que fue porque una noche alce mis ojos al cielo y vi a las estrellas infinitamente alejadas de mí, me parecieron fugaces e inalcanzables puntos de luz. Pero hoy, aunque el cielo este cubierto de una extendida nebulosa, hay una estrella que me observa, creo que me esta invitando a visitarla, sus ojos sostienen una mirada bastante segura y determinada y no estoy muy segura de porque, pero estoy cerrando mis ojos fuertes fuertes.

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